jueves, 23 de abril de 2015

'CORDÓN SANITARIO' A LA MURCIANA

La izquierda chavista y antisistema de Pablo Iglesias Turrión puede empezar a tocar poder y, por tanto, 'probar moqueta' en las próximas elecciones locales y autonómicas... de la mano de los muy constitucionalistas y 'social-liberales' (sic) de Albert Rivera, el nuevo 'niño mimado' (éste sí) de la derecha mediática, en especial de la más furibundamente antimarianista. Al menos, en la Región de Murcia, donde ha tenido lugar una especie de pacto preelectoral entre nada menos que cinco partidos (PSOE, IU, UPyD, Podemos y Ciudadanos), con el declarado objetivo de orillar al PP bajo el subterfugio de no alcanzar acuerdos de Gobierno 'con partidos políticos que cuenten entre sus cargos públicos con imputados (o figura legal equivalente) por delitos de corrupción'. - Seguir leyendo: http://www.libertaddigital.com/espana/politica/2015-04-23/cs-y-upyd-se-suman-en-murcia-al-pacto-de-la-izquierda-contra-el-pp-1276546336/

Porque, una vez más, nos encontramos con imputados (o simplemente investigados) que, por el mero hecho de ser del PP, se les desproveé de la más mínima presunción de inocencia, y por mucho que incluso en algún caso (como es el muy significativo del propio candidato a la presidencia del Gobierno regional por el PP, Pedro Antonio Sánchez) haya salido absuelto de todas y cada una de las innumerables querellas presentadas contra él (todas del PSOE, por cierto); y otros a los que, en cambio, no solo se les aplica rigurosa (y mediáticamente) el principio de impedir acusarles de nada 'mientras no esté probado', sino que incluso se les defiende y protege (véase Griñán, Chaves y demás imputados del caso ERE, véase incluso López Aguilar, que se permite no renunciar a su aforamiento pese a no hallarse incurso en asunto relacionado con su cometido político).

En realidad, de lo que se trata es de no desaprovechar una oportunidad de oro para saborear las mieles del poder, por mucho que tamaño pacto 'antinatura' se presente como de 'regeneración democrática'; y es que las encuestas de intención de voto vaticinan una mayoría clara del PP en la Asamblea Regional, si bien, de momento, a entre uno y tres escaños de la absoluta. Y claro, quizá no se vean en otra los cinco candidatos a la presidencia autonómica de los partidos antedichos (quienes, por cierto, se vieron todos generalmente desarbolados ante la serenidad, la solidez y la consistencia de Pedro Antonio Sánchez en un debate 'a seis', o más bien de 'cinco contra uno', celebrado recientemente en un hotel de la capital murciana). Y si para ello hay que pactar con el mismísimo diablo en forma de chavismo, se hace y punto.

Nos situamos, pues, ante el embrión de la edición murciana del 'cordón sanitario' (no sería disparatado barruntar que acabe extendiéndose a otros lugares de España), que resulta a su vez muy indicativo del panorama político que puede presentarse si el PP no logra la mayoría absoluta en las urnas: un Gobierno regional, cuando menos, 'cuatripartito', compuesto por PSOE, Podemos, IU y... Ciudadanos. Sí, Ciudadanos, el partido que aspira a crecer y ser decisivo captando votos procedentes del centro-derecha (y en cuyo empeño cuenta con el entusiasta apoyo de ciertos e irrestrictos guardianes de la ortodoxia liberal-conservadora)... quizá para en último término darle el poder a un conglomerado de izquierdas varias, incluida la antisistema. Luego que nadie se llame a engaño a la hora de votar.

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