viernes, 3 de enero de 2014

DATOS, NO ACTOS DE FE

El mismo día que alguien escribe en Murcia acerca del 'optimismo como estrategia' y 'discursos descocados' basados en 'el mundo de las creencias' y sin 'motivaciones sólidas que los sostengan', se confirman unos datos de reducción del paro, puros, duros y nada imaginarios, que siguen batiendo récords absolutos: 107.000 parados menos en diciembre, los mejores guarismos de toda la serie histórica; lo que además supone que se cierre 2013 con 147.000 desempleados menos: es el primer año en el que baja el paro desde 2006, antes incluso de que comenzara la crisis económica. Además, para aquellos que ahora aseveran que no hay que fijarse en las cifras que apuntan a la disminución del desempleo, que puede deberse a variadas circunstancias, sino en cuánto empleo real se ha generado, también hay buenas noticias (o al menos así deberían considerarlas): 64.000 afiliados más a la Seguridad Social en diciembre, lo que también nos lleva al mejor dato de la serie histórica.

No se trata tanto de resaltar unas cifras dentro de un periodo, en efecto, especialmente favorable para la creación de empleo por la temporada de Navidad, sino el hecho de que no tienen precedentes y, sobre todo, que es la primera vez que se reduce anualmente el paro desde que empezó la crisis. Cabe puntualizar que para que bajara significativamente el desempleo o se generara empleo antes era necesario que la economía creciera entre el 2 y el 3%, por lo que algo tendrá que ver la controvertida reforma laboral vigente con el cambio de tendencia. Sea como fuere, a semejantes conclusiones no se llega basándose en actos de fe y 'aspiraciones a milagros', sino comparando datos tan objetivos como significativos. Y a quien no le guste, que no se ría.


Tres cuartos de lo mismo ocurre con esa prima de riesgo que hace apenas año y medio se situaba por encima de los 600 puntos y que, por colocarnos a las puertas de ese infierno llamado rescate de Bruselas, era motivo de zozobra y, según determinados medios, indicativa muestra de la incapacidad de un recién aterrizado Gobierno del PP de generar confianza en nuestra economía; pues bien, ha llegado a bajar de los 200 puntos básicos, algo que no ocurría desde mayo de 2011. Lo que a su vez conlleva que el bono español a diez años baje del 4%, es decir, que nuestra economía ha conseguido financiarse a un coste sensiblemente menor en los mercados.

Eso sí, tantísimos de los que antes anunciaban la venida del Apocalipsis por las subidas de la otrora tan temida prima, aseveran ahora que su actual evolución a la baja no tiene ninguna importancia, ya que, aseguran en esta ocasión, su incidencia en las economías domésticas es nula. Pues a ver en qué quedamos. Porque no se advierten razones objetivas para que ahora sea merecedora de una atención menor si tantísimo peso tenía antes; y si cabía responsabilizar al Gobierno cuando subía, algún mérito, siquiera mínimo, habría que reconocerle ahora que baja. Pero pedir coherencia a algunos es un ejercicio inútil a estas alturas.


En cualquier caso, son unos números, como tales fríos y objetivos, los que parecen augurar que, en efecto, 2014 marcará el inicio de la ansiada recuperación económica. Por mucho que les moleste precisamente a los mismos que negaban con contumacia la crisis incluso cuando empezaba a ser evidente que la teníamos encima.

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