lunes, 4 de febrero de 2013

OTRA VEZ EL 'AGIT-PROP' CONTRA EL PP

Por mucho que hayan provocado un verdadero terremoto en la vida política española, la publicación por parte del diario 'El País' de esos supuestos apuntes contables a mano no prueban absolutamente nada: ni acreditan pagos en dinero negro, ni sobresueldos irregulares. Si el mero hecho de que aparezcan nombres juntos a cifras (sin firmas ni recibís) en un documento burdo es suficiente motivo para presentar dimisiones, qué fácil resultaría acabar políticamente con cualquiera. Desde luego, ha de continuar la investigación judicial, interna e incluso periodística (a ser posible, sin trampa ni cartón) de las cuentas del PP, pero sin convertir un saludable ejercicio de transparencia en un proceso inquisitorial basado en el 'todo vale'. Y quien difame, a los Tribunales, pero ya.

En cualquier caso, ante las últimas 'publicaciones-bomba', no hay más remedio que proceder a hacer un desnudo integral. Que quede meridianamente claro que no hay nada que esconder. Las cuentas del partido que sostiene al Gobierno no deberían estar bajo sospecha, especialmente en estos momentos política y económicamente tan delicados. Por cierto, resulta especialmente edificante que, sin perjuicio de la auditoría que lleva a cabo el mismo PP, la Fiscalía General del Estado haya instado al juez a investigar al respecto. ¿Hubiese sido imaginable que un Eligio Hernández, conocido durante el felipismo como 'el Pollo del Pinar', o un Cándido Conde Pumpido, celoso guardián del zapaterismo, reaccionaran de la misma manera ante los Gobiernos socialistas que les nombraron? Ni de lejos, bien al contrario: a buen seguro que se hubiesen dedicado a perseguir a los medios incómodos, como de hecho hacían en este tipo de casos. Algo sí ha cambiado en este sentido.

Por su parte, el señor Pérez Rubalcaba no debería ponerse tan estupendo cuando se permite dar lecciones de ética, pedir dimisiones y, con ello, jugar a la desestabilización; y no pensando en los intereses de España, que a él por supuesto le importan un comino, sino incluso en él mismo y su propia supervivencia política. Porque, dado su largo y siniestro historial político, los muchos cadáveres que tiene metidos en el armario podrían, más pronto que tarde, resucitar, salir a tomar el aire y quedar al descubierto. Y entonces veríamos quién tiene de verdad sus días contados en la vida pública, por mucho que al faisanesco líder socialista le entusiasme moverse en el lodazal: llegará un momento en el que la porquería que genere sea tanta que él mismo quede atrapado en ella. Al tiempo.

Y es que unos papeles fotocopiados y escritos burdamente a mano son para algunos fariseos motivos de peso para exigir dimisiones y negar legitimidad a un Gobierno surgido de una mayoría absoluta parlamentaria y once millones de votos, cosechados en las urnas hace tan solo un año. Es lo que no soportan ni jamás admitirán: que el PP, 'la derecha', gobierne tras derrotarles democráticamente. Y a partir de ahí, todo vale: se repite la historia del 'Prestige', la guerra de Irak y el 13-M. Otra vez el 'agit-prop' basado en la propagación de mentiras, medias verdades y manipulaciones de la realidad, culminadas siempre en 'espontáneos' cercos a sedes del PP. Nada nuevo bajo el sol.

Tan convulsa actualidad política ha propiciado que pasara prácticamente desapercibida la cara positiva de los datos del paro de enero: eliminando el efecto calendario, y por primera vez desde que empezó la crisis, el desempleo baja con respecto a diciembre. No, no es casualidad que se haya emprendido precisamente ahora una gran campaña mediático-política dirigida a derribar al actual Gobierno: se comienza a atisbar una mínima mejora de la situación económica y a algunos les ha entrado prisa (nunca mejor dicho) para echar al PP del poder como sea, antes de que puedan advertirse los frutos de las medidas tomadas. Pero no parece que les vaya a resultar fácil.

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