miércoles, 15 de junio de 2011

RUINA SOBRE RUINA


Mientras las hordas de la izquierda golpista y totalitaria continúan dirigiendo su iracunda y violenta 'indignación' contra las instituciones democráticas y sus legítimos representantes (aunque, por supuesto, nunca contra La Moncloa), el Gobierno que los ampara, mima y alienta se empeña en seguir acumulando ruina sobre ruina. La última genialidad procede de su Ministro de Trabajo, el socialburócrata ugetista Valeriano Gómez, que, ni corto ni perezoso, amén de culpar de la crisis al sistema financiero (pese a que quien le nombró lo reputara en su momento como 'el mejor del mundo'), ha anunciado medidas tan propicias para la creación de... paro como el incremento tanto de las cotizaciones sociales como del salario mínimo. Después del último y ridículo parche aplicado a nuestro rígido sistema laboral, es lo que faltaba para acrecentar el principal problema de nuestra economía: poner todavía más impedimentos a la contratación. Porque sabido es que las cotizaciones sociales son en realidad impuestos que penalizan el empleo. Y en cuanto a la subida del salario mínimo, y aunque es fácil hacer demagogia con este tipo de iniciativas, hasta economistas de tendencia socialdemócrata han acabado reconociendo que genera paro, fomenta la economía sumergida y perjudica a los sectores más jóvenes y menos cualificados del mercado laboral.

A ese respecto, circula por las redes sociales un chiste tan mordaz como ilustrativo. Reza así:

- Tengo dos noticias para ti, una buena y otra mala. La buena es que los socialistas han impuesto un salario mínimo de 800 euros.
- Vaya, fantástico. ¿Y cuál es la mala?
- Que estás despedido porque no me lo puedo permitir.


Pues eso.

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