viernes, 28 de enero de 2011

HABRÁ FOTO, PERO...


Inmediatamente después de que con toda la trompetería se anunciara un acuerdo entre Gobierno y sindicatos sobre la reforma del sistema de pensiones, salían a la luz unos datos de paro, los de la EPA, verdaderamente catastróficos: 4,7 millones de desempleados, lo que, amén de significar un nuevo y funesto récord absoluto, supone una tasa de paro del 20,3%, el doble de la media de la Unión Europea. Y si descendemos a la letra pequeña, nada menos que 1,32 millones de hogares tienen a todos sus miembros en paro. Semejantes números, a los que hay que unir las alarmantes cifras de paro juvenil publicadas recientemente (un porcentaje del 43,6%, otra plusmarca del PSOE de Zapatero), si bien llegan a sobresaltarnos, no son capaces de reflejar ni de lejos el drama particular que viven tantísimas familias, tantísimos españoles en general.

El Gobierno socialista necesitaba copar los titulares con la supuesta buena nueva del siempre santificado 'consenso' para contrarrestar en cierto modo unos guarismos realmente pésimos, que no hacen sino recalcar de nuevo su calamitosa gestión en materia de empleo. Y quiénes si no estaban dispuestos a echarles una mano que aquellos mismos que son corresponsables del desastre, que por otra parte también creen haber lavado de esta manera su deteriorada imagen. Aunque, por mucho que unos y otros ahora intenten vendernos las virtudes y excelencias del pacto (que por encima de todo obliga a los cotizantes a trabajar más y, sin embargo, cobrar menos), de absolutamente nada servirán todas las reformas del sistema público de pensiones que se emprendan (y ésta no va a ser precisamente la última) si no se genera empleo. Y máxime cuando continuamos adoleciendo de unos índices demográficos tan bajos.

Quizá sirva, eso sí, para que el Gobierno del PSOE y sus paniaguados sindicatos se hagan la foto del 'consenso'. Pero, mientras tanto, el peor virus de nuestra economía, que no es otro que el paro, sobrevive, se fortalece e incrementa sus nefastas secuelas.

miércoles, 26 de enero de 2011

EL ARDUO VUELO DEL FAISÁN









El ínclito togado de guardia del socialismo zapaterista se había encargado de capturar y enjaular al faisán, cuyo inquietante recorrido empezaba a poner al descubierto determinadas y enojosas vergüenzas. De ahí que el taimado Rubalcaba, a cuyo ominoso historial político cabe añadir un caso de colaboración con banda terrorista por parte de cargos de Interior bajo su mandato como Ministro, pudiera hasta cierto punto permitirse el lujo de desdeñar y tomarse a chanza las preguntas e interpelaciones que sobre el particular le formularan los diputados de la oposición. Especialmente, las de su tenaz e implacable azote parlamentario, el señor Gil Lázaro, quien, por cierto, debe llevar una vida privada impoluta y absolutamente intachable; porque su casi siempre abrumado y acorralado adversario dialéctico, tal y como le advirtiera en su momento al diputado del PP Carlos Floriano, nada menos que puede ver todo lo que hace y dice cualquier incauto. Milagros de las nuevas tecnologías y, sobre todo, de SITEL. Pero, vamos, es como para tentarse la ropa.

Aunque ha bastado con que la gran estrella mediática de la progresía mundial cayera en desgracia y, en consecuencia, el caso del chivatazo a la ETA pasara a manos de un auténtico juez, como tal plenamente consciente de su cometido y de sus obligaciones como magistrado instructor, para que se ordenara practicar nuevas diligencias sobre tan escabroso asunto. De tal forma que el faisán ha vuelto ha emprender el vuelo; arduamente, como además corresponde a un ave de tal especie, pero en libertad. Y su rumbo, por el bien del Estado de Derecho y de la dignidad de las víctimas del terrorismo etarra, solo puede tomar un camino: el de la verdad, caiga quien caiga.





De momento, el vuelco dado al caso Faisán ha obligado al hasta ahora despectivo y esquivo Rubalcaba a ser algo más explícito: Para este mentiroso compulsivo, lo que antes era una falsedad, una insidia o una calumnia ha pasado a la categoría de 'incidente'. Por algo se empieza.

jueves, 20 de enero de 2011

LA APOTEOSIS DE LA ESTULTICIA


Representantes políticos que dominan una misma lengua, en la que además se comunican con absoluta normalidad de puertas afuera, y que sin embargo durante las sesiones necesitan de unos servicios de traducción ante la contingencia de que alguien hable en un idioma que no todos entiendan. ¿Se trata del Parlamento europeo? ¿Acaso de la Asamblea General de la ONU? No; por desgracia, nos referimos al Senado de la España absurda y desnortada del tardozapaterismo, en la que, como es bien sabido, cualquier disparate o estupidez tiene su asiento. Ahora bien, haber dado lugar a que la Cámara alta de la nación se transforme en una especie de Torre de Babel con intérpretes y pinganillos es, desde luego, la apoteosis de la estulticia.

Una vez más, el nacionalismo excluyente se ha salido con la suya y ha conseguido hacer realidad uno de sus sueños: que al menos en una de las Cámaras, pese a que representa a todo el pueblo español como depositario de la soberanía nacional, se imponga y quede reflejada su delirante versión sobre lo que ellos mismos llaman 'el Estado', basada en la diferencia y no en la unidad. Qué mejor manera que utilizando la lengua, su principal arma política, como barrera, y así convertir lo que debería ser un instrumento de comunicación en un artificio de confusión, diferenciación y división. Y si de esta forma evitan el uso de una lengua, como es la española, que tanto detestan, y que allí donde gobiernan persiguen y tratan de anular, miel sobre hojuelas.

En cualquier caso, los objetivos y propósitos del nacionalismo, consistentes en horadar de todas las maneras posibles la unidad de la nación española, son sobradamente conocidos. Que lamentablemente hayan logrado tan importante y simbólico triunfo se debe a que al menos uno de los dos grandes partidos nacionales ha renunciado a actuar como tal. Y desde hace tiempo.

lunes, 17 de enero de 2011

QUE CADA PALO AGUANTE SU VELA


Desde luego, no consta que quienes agredieron cobarde y salvajemente al Consejero de Cultura y Turismo del Gobierno regional de Murcia, Pedro Alberto Cruz, tengan nada ver con el PSOE, IU, CCOO o UGT, o que hayan actuado siguiendo órdenes directas procedentes de tales partidos o sindicatos. Por supuesto, solo faltaba. Ahora bien, que la izquierda se nos quiera presentar con su honor mancillado cuando se vincula tan vil atentado personal a su táctica adoptada últimamente en Murcia, que consiste en generar tensión y odio hacia el adversario político por medio de la virulenta algarada callejera y el hostigamiento a cargos públicos del PP, no es sino pura superchería, a la que por otra parte tan acostumbrados nos tienen. ¿O es que no estuvieron los sindicatos presentes durante esa concentración en la que obligaron literalmente a José Gabriel Ruiz, Secretario General de la Consejería de Presidencia, a 'acogerse a sagrado'? ¿Y no han sido ellos quienes han convocado y liderado esas manifestaciones en la Gran Vía de Murcia cuyo vandálico ritual ha consistido invariablemente en arrojar huevos, naranjas podridas y tinta contra el domicilio particular del presidente Valcárcel?

¿No estuvo además en el primer cerco que se produjo, y bien que se hizo ver, la candidata socialista a la presidencia de la Comunidad Autónoma, durante el cual una de las hijas de Valcárcel llegó a ser zarandeada? ¿Quién si no el Secretario de Acción Sindical de CCOO, Ignacio Tornel, anunció en rueda de prensa un calendario consistente en perseguir y acosar a todo miembro del Gobierno regional que se atreviera a asistir a cualquier acto público? ¿Fue entonces tan solo casualidad que, a propósito de una inauguración oficial en Santomera, militantes del PSOE encabezaran una comitiva de bárbaros que se dedicaba a insultar y lanzar huevos contra la Consejera de Presidencia, María Pedro Reverte, y otros cargos del PP?

¿Tampoco es cierto que el político más vilipendiado y sometido a escarnio durante las últimas semanas de 'agit-prop' ha sido precisamente Pedro Alberto Cruz, a quien se le ha pretendido culpar de un supuesto despilfarro del Gobierno autonómico (pese a que su Consejería de Cultura, como él mismo se ha encargado de puntualizar, es la más austera de España), falsedad que además se ha querido relacionar con inexistentes vínculos familiares con el presidente? En realidad, Cruz adolece de un pecado, anterior a su nombramiento como consejero de un Gobierno de la derecha: haber logrado, gracias única y exclusivamente a su preparación y brillantez intelectual y no a su adhesión a los paradigmas y lugares comunes de la progresía, un considerable prestigio dentro del mundo académico y cultural. Algo que la izquierda, que cree ostentar el monopolio de la cultura, jamás le va a perdonar.

Por tanto, quienes de manera irresponsable han instigado una espiral de violencia que podría haber desembocado en una tragedia de irreparables consecuencias no deberían llamarse andana: que cada palo aguante su vela. Empezando por el mismísimo Delegado del Gobierno, el señor González Tovar, que, pese a la sucesión de tan graves acontecimientos, a los que para más inri se apresuró a quitarles importancia, no ha previsto la necesidad de dotar de protección a los miembros del Ejecutivo regional. Tan escandalosa dejación de funciones, sea intencionada, sea, como es preferible suponer, por mera incompetencia, no ha de tener otra salida que la dimisión o el cese. No basta con que Rubalcaba ofrezca a toro pasado una mayor cobertura de las Fuerzas de Seguridad.

viernes, 14 de enero de 2011

EL LEVIATÁN 'ESTANFLACIONISTA'


'Estanflación' (del inglés 'stagflation') es una expresión que se considera concebida en 1965 por el entonces Ministro de Finanzas del Reino Unido, Ian McLeod, con la cual pretendía definir una situación económica especialmente grave y de funestas consecuencias: una conjunción de subida de precios, aumento del paro y estancamiento económico. Ni más ni menos que, como muy acertadamente explicó el referido político en la Cámara de los Comunes, '...lo peor de ambos mundos: no solo inflación por un lado y estancamiento por otro, sino ambos juntos'. Sin embargo, no sería hasta unos diez años después, a mediados y finales de los 70, cuando tal fenómeno se mostraría con toda su crudeza de resultas de las altísimas tasas de inflación provocadas principalmente por el alza del precio del petróleo, lo que a su vez llevaría a una caída en la producción de las empresas y a la consiguiente generación de paro. Y, de paso, al inicio del desmoronamiento del consenso keynesiano reinante entonces.

Pues bien, tras confirmarse una subida de la inflación interanual del 3 por ciento, sobre nuestra economía se cierne precisamente el fantasma de la estanflación. Una nueva vuelta de tuerca que supondría un obstáculo más para nuestra ansiada recuperación. ¿Y cómo es posible que en una economía que apenas crece, que se caracteriza por su escasísima actividad, en cambio suban los precios, con el consecuente menoscabo para nuestros ya de por sí lastimados bolsillos? Además de en el incremento de las materias primas, hay que fijarse en el principal agente distorsionador del mercado: el Estado, en este caso dirigido por el Gobierno socialista. No por mera casualidad los llamados precios administrativos, es decir, los que fija el Gobierno, o aquellos en los que en mayor o menor medida interviene, son los que más han contribuido a la inflación: el tabaco (perjudicial para la salud de los mortales, pero no para engordar las arcas públicas), los carburantes, la luz, el gas, los transportes... A todo ello hay que sumar la subida del IVA decretada en julio, que a su vez ha propiciado una retracción del consumo y de la actividad económica.

Y es que la única prioridad de este Gobierno que sufrimos es conseguir ingresos, pero a costa de continuar deteriorando nuestra calidad de vida. Hasta el punto de convertir a un Estado típicamente inflacionista, especialmente en tiempos de crisis, en un demoledor Leviatán 'estanflacionista'. Debería quitar sus sucias manos de nuestros bolsillos, y de la economía en general, cuanto antes.

martes, 11 de enero de 2011

EL TINO DE LOS INFORMES ZAPATERILES

Nos asegura Zapatero, cuyas predicciones sobre economía no tienen parangón en la historia por su inusitada y eximia falta de tino, que España crecerá entre el 2 y el 2,5 por ciento de media anual de aquí a 2015 (aunque para entonces es de suponer, y desear, que llevará unos tres años fuera de La Moncloa). ¿Pero de qué credibilidad disfrutan a estas alturas los 'informes económicos' de este hombre políticamente amortizado?

martes, 4 de enero de 2011

LA LEY 'ANTIFUMADORES', ZAPATERISMO PURO


Puesto que el socialismo zapaterista, si bien en sus estertores, todavía respira, continúa dejando su huella indeleble. De ahí que, nada más comenzar un año que se prevé azaroso, especialmente en el terreno económico, obsequie a una mortificada sociedad española con una regulación que es todo un compendio de su más pura idiosincrasia: Intervencionista, prohibicionista y liberticida, además de gravosa y nociva para nuestra comatosa economía. La comúnmente conocida como ley 'antitabaco', que mejor debería definirse como 'antifumadores' (ya que el Gobierno, en un acto de hipocresía sin límites, sigue permitiendo y aun ampliando su venta al público, del que es el principal beneficiario), responde a ese irreprimible anhelo tan propio del zapaterismo de regular comportamientos individuales mediante la imposición artificial, y a golpe de Decreto, de sus prescripciones 'sociales'. Lo que conlleva irremisiblemente la cada vez mayor intromisión del Estado en nuestras vidas.

Hasta el punto de que la propiedad, que desde Locke es, junto a la vida y a la libertad, uno de los derechos naturales del hombre, se menoscaba gravemente. Y es que el Estado ha llegado al extremo de obligar a particulares a evitar que se adopte una conducta determinada, en este caso fumar, dentro de sus propiedades privadas; que no otra categoría ostentan, al menos por ahora, bares, restaurantes y pubs. Que se fume o no en ellos debería ser decisión exclusiva de sus dueños, y, en consecuencia, acudir a ellos tendría que quedar a la libre elección del consumidor. Si la mayoría de los establecimientos opta por permitir fumar a sus clientes es porque les resulta más rentable, puesto que el legítimo objetivo de cualquier negocio es sobrevivir por medio de la obtención de beneficios; algo que a partir de ahora, y para más inri, tendrán todavía más difícil muchas empresas de la hostelería, que se verán obligadas a cerrar, con la subsiguiente generación de paro. Ahí está el ejemplo de Irlanda, que hace casi seis años adoptó una legislación similar.

Ya puestos a inmiscuirse en propiedades privadas, corremos el riesgo de que algún día se metan en nuestras casas a regular o censurar cualquier aspecto de nuestras vidas que la autoridad competente considere inconveniente, perjudicial o 'socialmente inmoral'. Para propiciar el éxito de tal empeño a buen seguro que contarían, al igual que en el caso de esta ley 'antifumadores', con la figura del delator anónimo, considerada básica e imprescindible para distintas corrientes, más o menos totalitarias, que a lo largo de la historia han pretendido hacer realidad sus proyectos de ingeniería social. Solo cabe agradecerle a la Ministra de Sanidad que haya sido tan clara en ese mismo sentido.

sábado, 1 de enero de 2011