viernes, 29 de enero de 2010

NO ESCAMPA


El Gobierno de Zapatero, el mismo que, mientras negaba la crisis económica, prometía el pleno empleo, sigue batiendo récords de índices de paro: Un 18,8%, el porcentaje más alto en doce años. Además, el peor dato de ocupación de la historia, o al menos desde que este indicador comenzó a elaborarse en... ¡1976! Este es el progreso que nos trae la ruinosa política económica socialista.

Ya está bien de onerosos e improductivos Planes 'E' y demás estropicios y dispendios keynesianos. La solución al problema del paro no pasa por el intervencionismo económico, que a la vista está que lo agrava. Ni mucho menos por subir los impuestos, sino que habría que bajarlos a las empresas para propiciar su creación y la generación de puestos de trabajo, y también a los ciudadanos y a las familias para reactivar el consumo. No es el Estado, que sólo puede entorpecer, sino la sociedad civil la que ha de liderar la tan ansiada recuperación de nuestra economía.

Asimismo, urge una reforma del mercado laboral, que por su rigidez hace tiempo que se ha convertido en una implacable fábrica de parados. Pero no una reformita de pitiminí como la que parece estar cocinándose, que aparente que algo cambia para que en realidad todo siga igual, sino lo suficientemente profunda y audaz como para introducir flexibilidad en nuestro obsoleto sistema laboral y facilitar así la contratación.

Por desgracia, los estúpidos prejuicios ideológicos de Zapatero, de los que él mismo ha llegado a jactarse, le impiden tomar medidas de este cariz. El presidente estaba convencido de que era cuestión de seguir gastando a espuertas, endeudar a las próximas generaciones y, bajo el paragüas protector del Secretario de Estado Campa, esperar a que escampe. Pero no, la tormenta no cesa. Y no dejan de aparecer en el horizonte nubarrones cada vez más negros.

jueves, 28 de enero de 2010

AHORA PARECE SER EL MOMENTO


Siempre que pasa igual, sucede lo mismo. En cuanto alguien se atreve apenas a sugerir la conveniencia de plantear un endurecimiento de las penas por los delitos más graves, surgen por doquier las respuestas de rigor por parte de los inevitables e incansables guardianes de las esencias de la corrección política, que, en su exceso de celo, llegan a constituirse en auténtica Policía del pensamiento: 'Es demagógico', 'es oportunista', 'es irresponsable', 'es rencoroso', 'apela al odio y las vísceras', etc. Y suelen terminar con su consabido y trillado corolario: 'No es el momento'. Ni siquiera ahora, cuando, que sepamos, no debemos lamentar ningún asesinato recientemente acontecido que, por su especial crueldad, nos haya sobrecogido. ¿Pues cuándo es el momento, señores de la progresía, apóstoles del buenismo? ¿Hemos de esperar a que ustedes den el correspondiente permiso para que quien lo desee exprese con total libertad, y sin que tenga por ello que soportar toda una retahíla de descalificaciones, sus opiniones y propuestas al respecto, por mucho que se alejen de determinada ortodoxia?

El relativismo moral que, por desgracia, impera en estos tiempos, tiene como una de sus más acabadas expresiones el siguiente principio que la izquierda reputa como absoluto: El delincuente es una víctima de la sociedad. Así, puesto que en el fondo no es responsable de sus actos, no es merecedor de un castigo en el sentido estricto, sino que ha de someterse a una especie de reeducación que le conduzca a la retractación y a la reinserción. Pese a las terribles fallas de una teoría generalizadora que acaba propiciando la impunidad y hasta la reincidencia, ya que la experiencia demuestra que hay casos que no son susceptibles ni de rehabilitación ni de arrepentimiento, la progresía no está dispuesta a bajarse del burro: Creen que si se pone en discusión este precepto, empezará a correr peligro todo un modelo de sociedad, el suyo, basado en la difuminación de la responsabilidad del individuo.

No sólo el hombre no es bueno por naturaleza, sino que además hay quienes cometen actos criminales llevados únicamente por su maldad congénita. Es la pura verdad, aunque denunciarla no entre en los cánones de lo políticamente correcto. Así pues, que el PP haya decidido proponer al Congreso de los Diputados tanto la cadena perpetua, que si es revisable no contradice en absoluto a la Constitución, como la reforma de la fatal y nefasta Ley del Menor, heredera directa del rousseaniano 'mito del buen salvaje' (aunque en este caso los dos grandes partidos tienen su cuota de responsabilidad), es digno de aplauso. Aunque sendas iniciativas tengan escasas posibilidades de prosperar, el mero hecho de que se debatan en plena sede de la soberanía nacional es ya un avance. Ahora parece ser el momento.

martes, 26 de enero de 2010

¿ENERGÍA NUCLEAR? POR SUPUESTO QUE SÍ


Porque ninguna maldición divina nos condena a los consumidores y usuarios españoles a pagar una energía cara por los siglos de los siglos. Porque la economía nacional no puede permitirse el lujo de continuar dependiendo energéticamente de países con tan alto riesgo de inestabilidad política. Porque no tiene dos dedos de frente comprarle a Francia una electricidad que, procedente de la energía nuclear, podemos fabricar perfectamente aquí. Porque es posible consumir una energía que es totalmente respetuosa con el medio ambiente y, a la vez, lo suficientemente eficiente. Porque, muy al contrario de lo que increíblemente todavía se pregona, y sin que Chernobyl, trágica consecuencia de un sistema irracional, inhumano y fracasado como el comunista, pueda ser ejemplo de nada, su producción y almacenamiento son absolutamente seguros. Por tanto: ¿Energía nuclear? Por supuesto que sí. Hay poderosísimas razones para apostar por ella, definitivamente y sin ambages.

Eso sí, en lugar de intentar sacar provecho político de los miedos que, basados en el desconocimiento y los prejuicios instalados, provoca este asunto en buena parte del electorado, urge abrir un debate sereno, serio y riguroso. Sabemos que poco o nada se puede hacer ante determinados casos que podemos considerar perdidos, sobre todo de aquellos cuyas limitadísimas anteojeras ideológicas le impiden ver más allá de mayo del 68; ahora bien, quienes dicen defender el uso de la energía nuclear deberían dar un paso al frente y, lejos de caer también en la tentación de ejercer un electoralismo barato, ser totalmente consecuentes y hacer la correspondiente pedagogía. No se trata en este caso de contraponer derechas a izquierdas, o conservadurismo a progresismo, sino de buscar lo que puede resultar más beneficioso para el muy sufrido consumidor español y nuestra ya de por sí castigada economía.

sábado, 23 de enero de 2010

AZNAR, SIN PELOS EN LA LENGUA

Siempre es interesante conocer las opiniones que sobre la actualidad política tiene quien ha sido el mejor presidente del Gobierno de nuestra democracia, bajo cuyo mandato España alcanzó las más altas cotas de desarrollo, prosperidad y prestigio de la historia reciente. Tras nada menos que casi seis años, concretamente desde que abandonó el Palacio de la Moncloa, José María Aznar ha vuelto a ser entrevistado en Televisión Española. Pero tan larga y ciertamente inexplicable ausencia de los estudios de un ente que sufragamos todos los españoles (y ahora aún más si cabe) se ha visto compensada con una comparecencia que no ha tenido desperdicio alguno: Aznar, con la libertad que le confiere haberse retirado hace tiempo de la política activa y sin más ataduras que las de unos principios que, basados en el liberalismo, defiende a rajatabla, se pronuncia con meridiana claridad y no rehúye valorar ningún asunto relativo a la política nacional e internacional, por muy delicado que pueda ser. Es Aznar en estado puro, sin pelos en la lengua. Y, como se puede comprobar, no deja nada en el tintero.

jueves, 21 de enero de 2010

OJALÁ EL PROBLEMA FUERA COSPEDAL


Si algo tenemos claro en Murcia es dónde reside la culpa de que se nos regatee de manera tan mezquina un bien tan preciado como es el agua, y del que deberíamos disponer como ciudadanos españoles que somos: En el PSOE de Zapatero, quien, nada más llegar al poder, cerró y clausuró el grifo del Ebro, lo que a su vez sirvió para poner en tela de juicio la supervivencia o viabilidad de cualquier trasvase. Y también sabemos perfectamente que tal acto de 'trasvasicidio' obtuvo la entusiasta y vergonzante colaboración de los socialistas murcianos, cuyo líder traicionó los intereses de su Región al votar en el Congreso de los Diputados a favor de la derogación del proyecto del acueducto del Ebro. En consecuencia, el electorado murciano no se ha privado de pasarle al PSOE la correspondiente factura en las urnas siempre que ha tenido la oportunidad. Y de qué manera.

De ahí que los prebostes del socialismo murciano, y a propósito del debate sobre la infumable reforma del Estatuto de Castilla-La Mancha, hace tiempo que se hayan embarcado en una estrategia de muy dudosa eficacia, por mucho que cuenten en ese sentido con la ayuda que les presta determinada prensa: Atribuir a la posición defendida por el PP castellano-manchego y su presidenta, a la sazón secretaria general del PP nacional, la responsabilidad de la pretensión de acabar con el Tajo-Segura. De esa forma, se intenta transmitir el siguiente mensaje: Sí, es cierto, el PSOE eliminó el trasvase del Ebro; pero será el PP, plegado a las directrices de María Dolores de Cospedal, que además cuenta en el fondo con el apoyo de Rajoy, quien le acabe dando el tiro de gracia al Tajo-Segura.

Ojalá el problema fuera Cospedal. En tal caso, de bien poco tendríamos que preocuparnos los murcianos. Porque no es la señora Cospedal quien preside el Gobierno de Castilla-La Mancha: Es el socialista Barreda, que cuenta con mayoría absoluta en las Cortes castellano-manchegas. De tal manera que ha sido un Ejecutivo autonómico socialista, el de Castilla-La Mancha, el que ha ideado e impulsado un Estatuto que, arrogándose competencias que constitucionalmente ostenta el Estado (e imitando así a otras reformas de Estatutos de autonomía, por cierto), pone fecha de caducidad al trasvase del Tajo; precepto que si no ha salido adelante ha sido gracias al rechazo del PP, es decir, del Grupo Parlamentario Popular, en el Congreso de los Diputados.

Por contra, ha sido el Grupo Parlamentario Socialista, esto es, el PSOE, el que, con el fin de intentar salvar un posible 'consenso' haciendo uso de un burdo 'cambiazo', ha propuesto que se haga mención a una reserva estratégica de la cabecera del Tajo, lo que supondría en la práctica la definitiva sentencia de muerte del trasvase. Y es ahora el PSOE el que, ante la resistencia mostrada dentro del PP y la firmeza de los presidentes Valcárcel y Camps, amenaza sibilinamente con aprobar el Estatuto castellano-manchego apoyándose en los votos de los partidos nacionalistas e independentistas: Qué mejores compañeros de viaje para dar un nuevo y decisivo paso hacia la liquidación de la España constitucional, unida y solidaria, tarea que hace tiempo encabeza el zapaterismo.

Y es ahora un Gobierno, el de José Luis Rodríguez Zapatero, el que, en plenas negociaciones sobre la reforma del Estatuto, y so pretexto de unas obras en el acueducto, nos ha castigado a los murcianos con al menos dos meses sin agua del Tajo. Otro correctivo más, por malos y votantes del PP. Y un nuevo y significativo ejemplo de la falsedad de aquella supuesta 'imparcialidad' del Ejecutivo de Zapatero en el debate del Tajo-Segura, que todavía pretenden vendernos. Más que objetividad, se trata en realidad de una consciente renuncia al papel que como Gobierno de la nación le correspondería desempeñar en materia de agua.

Por tanto, no cuela: El problema que impide que en Murcia no tengamos el agua que necesitamos se sigue llamando PSOE. Y es cuando menos una tomadura de pelo que el pirómano Saura se presente ahora como el bombero que apagará un incendio que él mismo ha contribuido a provocar.

martes, 19 de enero de 2010

RUBALCABA, NI UN MINUTO MÁS


¿Qué hubiera pasado si, en plenas conversaciones del Gobierno de Tony Blair con el IRA, se hubiese publicado que mandos políticos y policiales del Departamento de Interior avisaron a miembros de la organización terrorista para evitar su detención? El Ministro (allí, Secretario de Estado) se hubiera visto en la obligación de dimitir inmediatamente, si antes no se le hubiese cesado de manera fulminante. Es más: Si dicha información se hubiese llegado a confirmar, a buen seguro que Gordon Brown hubiera sido mucho antes Primer Ministro del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte; o incluso le hubiera podido tocar por adelantado al mismísimo líder de la oposición conservadora, David Cameron, en el caso de que el escándalo hubiese forzado al Gobierno a adelantar las elecciones al Parlamento británico.

En un Estado de Derecho con una mínima tradición, el primer indicio de colaboración con banda armada por parte de cargos de confianza de un Ministro del Interior hubiera provocado, no sólo la asunción de responsabilidades políticas al más alto nivel, sino también el peligro de inestabilidad de todo un Gobierno. Máxime si se trata de un país especialmente golpeado por la vesania terrorista, donde comportamientos tan miserables deberían adquirir el agravante de suponer actos de traición a las víctimas y a la memoria de quienes dieron su vida por la nación.

Aunque cabe reconocer que tampoco es normal que en una democracia asentada alcance la categoría de Ministro, y menos de Interior, un personaje que, como el siniestro Rubalcaba, ha protagonizado algunas de las páginas más negras de la historia reciente: Gobierno del GAL, violación de la jornada de reflexión del 13-M y, ahora en Interior, 'chivatazo' a ETA y sistema de espionaje SITEL. Quizá Zapatero necesitara a alguien de acreditada falta de escrúpulos para ocupar tal cargo en el momento en el que se iniciaban las negociaciones de su Gobierno con la banda etarra, y también ahora cuando hay que escenificar un aparente y radical cambio de rumbo.

Ahora bien, resulta difícilmente explicable que desde determinados medios de comunicación, incluidos no afines precisamente al PSOE, se haya pretendido atenuar la incumbencia de Rubalcaba en un hecho tan sumamente grave e ignominioso, sin parangón en nuestra democracia. Ni tan siquiera los últimos éxitos contra el terrorismo etarra han de servir para exculpar las responsabilidades políticas de un dirigente al que debería exigírsele en su ejecutoria un comportamiento particularmente pulcro y absolutamente libre de toda sospecha. No ya por su escabroso historial, que también, sino por el papel capital que como Ministro del Interior ha de desempeñar en la lucha contra el terrorismo y el crimen en general y en la garantía del ejercicio de los derechos y libertades de los ciudadanos.

Por tanto, basta ya de paños calientes: Alfredo Pérez Rubalcaba no debe seguir ni un minuto más al frente del Ministerio del Interior. Lo demás es marear la perdiz.

domingo, 17 de enero de 2010

MANIFIESTO EN DEFENSA DE NUESTRA LIBERTAD


Las asociaciones Foro Liberal, la Asociación para la Defensa de las Libertades y Derechos Civiles, el Club Liberal Español, La Rosa Blanca, Hazte Oír, Cuba en Transición, Profesionales por la Ética, Coruña Liberal, Foro Aragón Liberal y Convivencia Cívica Catalana, una vez conocido que el anteproyecto de 'Ley de Economía Sostenible' pretende liquidar derechos inherentes a las personas como la libertad de expresión, la libertad de mercado, así como la Justicia (violando la presunción de inocencia y el derecho a la tutela judicial efectiva), con el fin de otorgar privilegios feudales a una industria obsoleta, tecnófoba y caduca que se resiste a introducir los cambios necesarios para adaptarse al progreso, han elaborado el siguiente manifiesto en defensa de la libertad y los derechos civiles que invitan a suscribir a cuantos ciudadanos y asociaciones o movimientos cívicos quieran.

Consideramos que

1.- Los derechos de autor no son más que el argumento esgrimido por el gobierno para instaurar la censura y liquidar la libertad de expresión. No estamos en una batalla contra los creadores sino en una lucha por la defensa de nuestras libertades y derechos civiles.

2.- Los derechos de autor y propiedad intelectual no pueden vulnerar en ningún caso derechos fundamentales de los ciudadanos ni se puede admitir que en su nombre se liquide la Justicia.

3.- La libertad de expresión o información no puede, en una sociedad abierta, quedar en manos de una comisión administrativa que decida qué blogs/webs tienen derecho a existir y cuáles no. Y tal es la medida que el gobierno ha introducido en el despojo legal llamado 'Ley de Economía Sostenible', al articular la Sección Segunda (SS), que será una comisión formada por personas designadas por políticos que decidirá qué contenidos son admisibles y cuáles no.

4.- Un aumento de la libertad en el intercambio de información nunca podrá ser alcanzado por vías políticas, sino por el desarrollo de nuevas técnicas de comunicación. Internet ofrece por primera vez en la historia de la humanidad la posibilidad de comunicar de ciudadano a ciudadano de forma multimedial. De esta manera los propietarios de los medios de comunicación tradicionales -claramente influenciables por lobbies políticos y/o gubernamentales- pierden su posición de monopolistas y 'guardianes' de la información. Los periodistas profesionales han de hacer frente a la competencia nacida en internet, la cual ya es herramienta efectiva a la hora de verificar la veracidad de las afirmaciones periodísticas.

Entendemos que desde la Ley de Economía Sostenible se pretende, sobre todo, salvaguardar los derechos y privilegios de quienes de forma tradicional han contribuído al establecimiento de vías políticamente adecuadas a sus propios intereses y no al servicio de la veracidad informativa.

5.- Los enlaces en ningún caso constituyen un delito, como han puesto de manifiesto en numerosas ocasiones los tribunales españoles, y existe un derecho a copia privada que desde el Gobierno, sometido y entregado a lobbies de presión, se quiere criminalizar. Los internautas son 'piratas', se afirma desde el poder y sus terminales mediáticas.

6.- El intercambio libre y voluntario de archivos (como de libros o de discos) no sólo no es un delito, sino que tipificarlo como tal es un atentado contra la libertad de los ciudadanos.

7.- Como se afirmaba en el Manifiesto en defensa de los derechos fundamentales en Internet, suscrito por cientos de miles de ciudadanos, 'intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo'.

8.- El modelo propuesto por el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero llevará, por el cada vez mayor desapego de los ciudadanos hacia ellos y lo que a día de hoy representan, a la ruina a unos creadores, cuyo derecho de creación vulnera esta ley, engañados por sus cada vez más acaudaladas entidades de gestión. Además, al introducir inseguridad jurídica, resultará notablemente dañina entre los empresarios del sector.

Por todo ello

1.- Exigimos la inmediata retirada de la disposición final primera de la Ley de Economía Sostenible y la dimisión de las ministras responsables de la comisión de este atentado contra la libertad de los ciudadanos, Elena Salgado y Ángeles González-Sinde.

2.- Asimismo, exigimos la inmediata retirada del canon digital, por criminalizar a los ciudadanos presuponiendo que van a cometer un delito e imponiendo un impuesto, otro más, sobre la población para así mantener a los privilegiados por la casta política.

3.- Que se modifique la legislación para que las entidades de gestión de derechos de autor dejen de poder ejercer presiones intolerables sobre los ciudadanos y que se auditen de forma inmediata las cuentas de todas estas entidades.

4.- Animamos a los ciudadanos a difundir este manifiesto por cualesquiera medios estén a su alcance y a darle la máxima difusión a nivel nacional e internacional, así como a colaborar en cualquier iniciativa puesta en marcha en contra de la 'Ley de Economía Sostenible'.

Envíe aquí su adhesión

viernes, 15 de enero de 2010

UN LIBERAL AUTÉNTICO


Nos ha dejado Antonio Fontán. Escritor, periodista, catedrático de Universidad, presidente del Senado, Ministro de Administración Territorial con Adolfo Suárez y, ante todo, un liberal de los de verdad, en el talante y en la ideología, de palabra y de obra. Heredero de aquella 'tercera España' que, personificada en los Ramón Pérez de Ayala, Gregorio Marañón, Ortega y Gasset, Salvador de Madariaga o Claudio Sánchez Albornoz, abominaba en la Guerra Civil tanto del autoritarismo que anidaba en el bando franquista como del totalitarismo que se imponía en el Frente Popular, abogó siempre por una España democrática en la que tuvieran cabida las libertades.

Así, cuando no se tenía noticia de actividad subversiva alguna de determinados antifranquistas retrospectivos, es decir, de los que, incluyendo medradores del régimen, florecieron casualmente tras la muerte del general, Fontán fue editor de un medio de comunicación muy crítico con el franquismo, el posteriormente clausurado diario 'Madrid'. Colaboraría con el que fuera diputado por Murcia Joaquín Garrigues-Walker en la fundación del Partido Demócrata, que daría lugar a la Federación de Partidos Demócratas y Liberales, posteriormente integrada en la UCD de Suárez. Era la época en que los liberales españoles 'cabían en un taxi', como irónicamente aseveraba el propio Garrigues. Más de treinta años después, pocos taxis más llenaríamos en España de liberales; al menos de aquellos que sean absolutamente consecuentes y merecedores de tal nombre, como sin duda lo fue Antonio Fontán.

Poco después no desaprovecharía la oportunidad de hacer realidad su sueño de contribuir a la instauración de las libertades en su amada España. Primer presidente del Senado de nuestra democracia, no se limitó a estampar su firma en virtud del cargo que ostentaba, sino que inspiraría buena parte de los preceptos más inequívocamente liberales de nuestra Constitución. Tras la derrota de UCD en 1982, se retiraría de la política activa, aunque años después ejercería su influencia en la formación política de la hornada de jóvenes liberales del PP de Aznar y fundaría la 'Nueva Revista de Política, Cultura y Arte', que tan importante papel divulgador del liberalismo ha desempeñado en las últimas décadas en España.

Descanse en paz Antonio Fontán, un español ejemplar y un liberal auténtico.

martes, 12 de enero de 2010

LAS COLAS DEL SOCIALISMO


Formación de grandes riadas humanas en las calles. Es inevitablemente una de las consecuencias más destacadas y tangibles de la aplicación de las variantes del socialismo. Empecemos por su versión más suavizada, la de la socialdemocracia: Respetuosa con la propiedad y el mercado en la teoría, ya que en la práctica suele poner todas las trabas habidas y por haber; y no tan implacable y siniestra como el socialismo planificador y 'real' (y tan real), aunque intervencionista hasta la médula. En nuestra querida España, conocemos de sobra que las políticas socialdemócratas, especialmente acentuadas por unos impuestos generalmente altos, un gasto público expansivo y desbocado y un mercado laboral obsoleto y excesivamente rígido, traen invariablemente depresión económica y paro. De ahí que las largas colas situadas a las puertas de las oficinas de empleo suponen la más viva y cruda imagen de los efectos propiciados por la gestión económica del PSOE en el poder.

Vayamos ahora al socialismo puro y duro. 'Por ahora, no pudimos', fue la respuesta del tirano Chávez al nítido rechazo del electorado a su proyecto de convertir Venezuela en un régimen comunista al estilo cubano. En realidad, el insigne golpista no manifestaba su intención de convocar nuevos y sucesivos plebiscitos hasta salirse con la suya, sino de imponer por vía de hechos consumados su 'socialismo del siglo XXI', que no es sino la misma ruindad perversa, liberticida y totalitaria que durante el siglo XX esclavizó a medio mundo y mató a cien millones de seres humanos.

La progresiva estatalización de la economía venezolana, basada en expropiaciones y confiscaciones de activos generadores de riqueza, unida a una asfixiante presión fiscal y a un contraproducente control de los precios y de los tipos de cambio, no han tardado en producir unas secuelas por lo demás fáciles de predecir: Una escasez de alimentos y bienes básicos que comienza a ser alarmante y una inflación desorbitada. Nada nuevo bajo el sol socialista, que quema y mucho. Además, la reciente decisión de devaluar el bolívar, incluso anunciada temerariamente por quien se cree el rey del mambo, ha llevado a un inevitable y desmesurado aumento de los precios. Subida que lógicamente, y pese a las demagógicas y populistas amenazas del dictador, irá a más en los próximos días, lo que ha provocado una auténtica 'psicosis' compradora que, a su vez, ha incrementado aún más los precios. En consecuencia, la torpe y perniciosa 'antieconomía' encarnada por el actual ídolo del progresismo ha dado lugar también a instantáneas de inmensas colas, esta vez de venezolanos que se agolpan desesperados en los comercios, sabedores de la dificultad de adquirir en un futuro inmediato productos de primera necesidad.

Por alguna extraña razón, los experimentos socialistas, allí donde se han puesto en práctica, siempre han dado los mismos nefastos resultados. Debe ser porque la realidad, además de tozuda, es muy de derechas.

martes, 5 de enero de 2010

UNA PRESIDENCIA DE ESPERPENTO


La primera, en la frente. Bien poco han tardado en dejar en evidencia a la nueva y flamante presidencia de turno de la Unión Europea. Y no me refiero a la prensa del viejo continente, generalmente de uñas ante la que parecen considerar una indeseable inminencia, sino a aquellos malignos y traviesos 'hackers' que fueron capaces de boicotear la costosísima y recién estrenada web de la presidencia. Por desgracia, dos de las grandes e indiscutibles cualidades de este Gobierno, como son la improvisación y la incompetencia, empiezan ya a relucir a los ojos de toda Europa. Y no cabe en este caso echarle la culpa al Partido Popular; al menos al español, ya que tan lamentable 'hackeo' parece proceder de Alemania. ¿Tendrá por tanto algo que ver con ello la canciller Merkel, ávida de venganza ante quien en su momento le tachó de 'fracasada'?

Eso sí, nadie mejor para irrumpir en la página presidencial que el personaje humorístico interpretado magníficamente por Rowan Atkinson. Porque si la imagen de Zapatero se reflejara en el literario espejo cóncavo del Esperpento de Valle-Inclán, tendríamos al mismísimo Mr. Bean: Grotesco y deformado físicamente, pero igualmente frívolo, petulante, torpe y extravagante en su forma de ser y actuar. Al menos en su proceder como gobernante, como bien sabemos y sufrimos los españoles.


Y de Rowan Atkinson pasamos sin solución de continuidad a... Louis de Funes. Imaginemos ahora que es Moratinos quien se mira en la luna valleinclanesca: Se nos aparecería la figura de cualquiera de los personajes del histriónico cómico francés. Qué excelsos días de gloria ha vivido nuestra diplomacia de la mano de nuestro Ministro de Asuntos Exteriores, cuya gestión ha oscilado siempre entre el ridículo y el absurdo. Su último gran logro ha quedado también a la vista de toda Europa: Quien en las mismas instituciones comunitarias se ha distinguido por la defensa de la distensión y el diálogo con la tiranía criminal de los hermanos Castro, ha recibido de la misma una sonora bofetada al impedir la entrada a Cuba de un eurodiputado español. Para más inri socialista, pero es que, claro, los totalitarismos no admiten el más mínimo matiz. Aunque, eso sí, nadie podrá negarle a Moratinos el mérito de haber 'normalizado' las relaciones con el régimen comunista cubano: En efecto, nada es más normal que una dictadura como la castrista disponga arbitrariamente de la libertad de movimientos de un ciudadano y compatriota tuyo.

Pero el esperpento de la presidencia zapateril no ha terminado ahí. Incluso ha ido a más. Como si de una nueva versión del conocido clásico del género de terror se tratara, Zapatero ha tenido a bien desenterrar e insuflar vida a tres 'zombies' de la socialdemocracia más genuina, rancia y ruinosa: Jacques Delors, uno de los grandes promotores de la Europa burocrática e intervencionista que padecemos; Felipe González, a quien le cabe todavía el honor de ostentar el récord de tasa de desempleo en términos porcentuales, entre otras marcas difíciles de superar; y Pedro Solbes, cuyos dos cometidos como Ministro de Economía se han saldado con sendas crisis, a cual más grave.


De los patentes y aterradores resultados de las políticas inspiradas por este 'Comité de los Muertos Vivientes', y aplicadas con auténtico fervor ideológico por el Gobierno socialista español, han llegado a hacerse eco en 'The New York Times': Colas de parados cada vez más ingentes. Este es ni más ni menos que el espantoso y esperpéntico modelo que Zapatero pretende implantar en toda Europa. Pero, tranquilos, conciudadanos de Europa, que sólo serán seis meses. Los españoles, en cambio, y si Dios no lo remedia, deberemos soportar mucho más tiempo este suplicio. Aunque siempre nos quedará el humor para intentar distanciarnos de una realidad tan adversa y afrontarla así de la mejor manera.