lunes, 11 de mayo de 2009

UNA ENCUESTA MUY SIGNIFICATIVA


Los prebostes del socialismo murciano deben estar tirándose de los pelos. El PP, tras catorce años gobernando en la Región, no sólo consolida su aplastante hegemonía, sino que va camino de aumentar aún más si cabe su arrolladora ventaja sobre el PSOE. Así lo señala la última encuesta publicada en Murcia sobre intención de voto con motivo de las próximas elecciones europeas, que arroja el siguiente resultado: PP, 61%; PSOE, 29%. Sencillamente demoledor. No es ya que los socialistas en Murcia no consigan ni remontar mínimamente: Incluso bajan casi cuatro puntos. Aún así, el vicesecretario Oñate, inasequible al desaliento, ha destacado que se les está reconociendo a los socialistas murcianos su labor de oposición, ya que la valoración de Pedro Saura, su todavía líder, ha subido unas cuantas décimas. Desde luego, quien no se consuela es porque no quiere.

La crisis económica, obviamente, está desgastando todavía más al PSOE, que es el partido que gobierna la nación y que, por tanto, ostenta más y mejores potestades para hacer frente a ella. En cambio, y pese a que la izquierda murciana culpa de la misma al que llaman 'modelo Valcárcel', no debilita, al menos de momento, al PP: Es más, casi un 38% considera que la gestión del Gobierno regional es buena o muy buena, frente a sólo un 17,6% que cree que es mala o muy mala. Por tanto, no parece haber calado en absoluto ese discurso que consiste en atribuir la responsabilidad de la crisis al Ejecutivo autonómico, cuyas competencias en materia de empleo y regulación de la economía y el mercado son muy limitadas. Además, y en líneas generales, los murcianos, plenamente conscientes del papel del agua como bien primordial y básico para el desarrollo de la Región, tienen claro quiénes han cerrado el grifo. Y en cuanto a la actitud concreta de los socialistas murcianos, además de su sumisión al tratar de justificar lo injustificable (con aquello de 'la nueva cultura del agua', 'más agua, más barata y en menos tiempo' y demás estupideces), su irresponsable demonización del sector que más puestos de trabajo generaba, el de la construcción, les está pasando la correspondiente factura.

Ni tan siquiera esas frecuentes dosis de titulares consistentes en detenciones de cargos y ex-cargos políticos (posteriormente puestos en libertad) e interesadas filtraciones de sumarios están haciendo la más mínima mella en el PP. ¿Qué más tiene que pasar, se preguntarán, desesperados, en el PSRM? Es de suponer que en esta ocasión se cuidarán muy mucho de reproducir aquellas desafortunadísimas declaraciones de la candidata socialista a la alcaldía de Murcia, en las que acusaba a los murcianos de ser complacientes con la corrupción. Pero la realidad es que ese estado de putrefacción institucionalizada que se nos ha querido vender no ha ido más allá de parafernalias mediáticas y casos puntualísimos. Y en este sentido, resulta harto revelador que 41 de las 43 denuncias presentadas por la Fiscalía, dirigida en Murcia por un insigne amigo del PSOE, hayan sido archivadas. También habrá quien tenga en cuenta la escasa autoridad moral del único partido, el de Filesa, condenado por financiación irregular, y, para más inri, liderado en Murcia por un experto 'retranqueador'.

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